Vuelos Perdidos 2

Capitulo 2: La Partida

En esa noche, se podía escuchar una discusión en la tienda principal en la que sólo pueden entrar los adultos, siempre tube curiosidad de saber que hacían ahí, por qué no dejaban entrar a los menores, y no pude evitar acercarme a escuchar de que se trataba todo ese alboroto, me asome sigilosamente hacia la pared de tela, podía ver las sombras de los dragones, proyectandose en la tela gracias a la luz del fuego en el centro de la tienda, me recoste y escuche con atención...

-...no podemos quedarnos aquí de brazos cruzados, debemos volver y luchar por lo que es nuestro!-

-Hace seis meses que dejamos nuestro pueblo atrás, podemos quedarnos aquí, hay suficientes recursos para vivir una vida plena aquí...-

-¿Que a caso ya han olvidado quienes somos, han olvidado nuestras creencias? Somos el clan Khitomer por todos los cielos! Somos una raza de guerreros, nosotros no huimos de nuestros problemas, ¡los enfrentamos con fuerza y valor!-

-Debimos habernos quedado y luchar-

-Si nos hubiéramos quedado, habríamos muerto todos, estamos aquí por qué era nuestro destino proteger a la nueva generación, y eso es lo que haré-

-Ya ha sido suficiente, no me quedaré esperando más tiempo- Se escuchan unos pasos acercándose a la entrada de la tienda y yo me quedé quieto esperando a que no me viera nadie, era Gumrak quien salía de la tienda a paso veloz, se veía muy enojado mientras se alejaba de la tienda, el silencio domino por unos segundos hasta que uno de los consejeros rompió el silencio.

-Señor Kláus, con todo respeto, yo creo que, deberíamos apoyar la idea de el mariscal Gumrak, quiero decir, después de todo no podemos dejar que vaya sólo, sería un suicidio-

-Simplemente Gumrak no tiene madera para la vida doméstica, creo que se siente atrapado aquí- Mencionó otro dragón, iniciando otra discusión en la tienda mientras que Kláus estaba en silencio, pensativo, Gumrak es su mas leal amigo, y sabía que apoyarlo era lo mejor que podía hacer.

-Muy bien, es suficiente...- Interumpió Kláus en la discusión. -Pondremos este asunto a votación, aquel que quiera apoyar la idea de Gumrak y ayudarlo en su expedición, que hable ahora-
Varios dragones, parecían estar de acuerdo con la campaña de Gumrak, pero el mismísimo Kláus no estaba seguro de ello, su objetivo era la seguridad de la nueva generación Khitomer, en especial por sus propios hijos: Arion y Deoge, sin embargo, no tenía otra opción.

-Esta decidido, mañana temprano iniciaremos los preparativos para la expedición, Gumrak estará a cargo de toda la operacion, doy por terminada la sesión de hoy, pueden irse-

Y al escuchar esa última frase, me fui corriendo a mi cama, esperando que nadie se diera cuenta que estúbe espiando en la conferencia de papá, llegue a mi cuarto sigilosamente esperando que Deoge no se despertara -¿El tío Gumrak se va? Pero... a donde?- Pensé mientras me preparaba para dormir, era muy tarde y lo único que iluminaba era la luz de las estrellas y algunas antorchas encendidas a lo largo de la aldea, y luego de un gran bostezo, no pasó mucho para que me quedará profundamente dormido.

Al día siguiente...

-Oye, hey, ya es de mañana, hora de despertar dormilón, levantate- Susurraba mi papá pero no tenía ganas de levantarme, aún seguía cansado.

-Hmmm... cinco minutos más papá- dije acurrucandome más en mi cama sin abrir los ojos.

-Oye campeón, levantate ya, no querrás perder tu, primera clase de vuelo, o si?- Dijo Kláus sonriente.

-¿Clase de vuelo? Hah, ¿es hoy? Dije apenas abriendo los ojos.

-Sip-

-¡Siiiii que genial! Por fin me vas a enseñar a volar como tú!- Le dije observándolo con una mirada de esperanza, desde hace mucho tiempo quería que el me enseñara a volar.

-Uh hijo, sobre eso... Hahhh, no podre enseñarte yo-

-¡¿QUEEE?!- Exclame levantandome de golpe y salte sobre el -¡Papá nooo! se supone que tu me enseñarías a volar, ¡lo prometíste!- Le dije poniendo cara de perro súplicando.

-¡¿Augh?! Hijo, las garras por favor- Exclamo Kláus un poco adolorido

-Oh, perdón...- Dije mientras lo soltaba y volvía al suelo.

-Mmmm... Papá, que está pasando?- Con todo ese escándalo Deoge había despertado también, era mi hermano menor

-Los llevaré a su primera clase de vuelo, ahí aprenderán todo lo que se necesita sobre el vuelo- dijo Kláus volteando su mirada a Deoge

Deoge aún con sueño dijo -Esta bien papi... *yawn* sólo unos minutos más...- luego se acostó de nuevo a dormir

-¿Deoge tu también? Que perezoso, vamos levantate, nos iremos dentro de poco- Exclamo Kláus

-¡Pero papá! Recuerda tu promesa, dijiste que TU nos enseñarías a volar, nadie mas- Réplique algo decepcionado

-Hijo, se que te lo prometí, pero papá tiene un asunto importante que atender hoy-

Luego recordé la discusión de ayer en la noche, supe de inmediato que mi papá se iría con el tío Gumrak

-Pero, ¿a donde iras?- Le pregunte preocupado.

Una hora después ya estábamos en un claro del bosque cerca de la aldea en donde papá nos había dejado a Deoge y a mi, también habían unos pocos dragones tan jóvenes como nosotros, todos nos miraban, sólo por ser el hijo del líder, yo me sentía algo apenado pero Deoge disfrutaba de la atención extra. Todos estábamos ahí esperando a aquel que nos enseñaría a volar hoy, pero yo seguía pensando en mi papá quien se había ido de viaje con Gumrak, me habría gustado ir, seguro sería divertido, pero no me dejo, como siempre, me dijo que sólo los adultos podían ir.

Mientras tanto, muy lejos de aquí, en un valle rocoso...

Un joven dragón blanco de alas negras, libraba una feroz lucha contra una quimera de almenos 2 veces su tamaño. -¡¿Vamos, eso es todo lo que tienes?! Que lástima, y yo que pensé que esto sería un verdadero reto.- Exclamo el dragón hacia la quimera, haciendo que esta se enoje a un punto en el que la ira la hace cegar, y arremete contra el dragón, pero este responde saltando sobre ella dejandole pasar de largo. -Esto es demaciado fácil...- dice el dragón misterioso acostandose en el suelo y serrando sus ojos en señal de burla.

La quimera que no podría estar más enfurecida, corre a embestir una vez más, el dragón misterioso pacientemente espera a que la quimera se acerque, y luego en el último instante, lanza un zarpazo devastador hacia arriba sin apenas levantarse, lo cual hace que la quimera se desvíe pasando de largo, está se detiene poco a poco sin caer, hasta que un chorro de zangre sale disparado de ella, y cae al suelo muerta. -Gracias por el alimento que me otorgaras esta noche, descansa en paz- Susurro el dragón levantándose y caminando hacia su presa caída, y se dispone a comer su premio, desgarrando la carne por bocados.

De pronto, detrás de las rocas, se asoma otro dragón caminando pacientemente -¡Que conmovedor!, agradeciendo por tu comida... luego de matarla, es una acción un poco, rara de ver en estos días tan trajicos...- este dragón era un poco más grande, era de un color oscuro y se podía notar la energía maligna brotando de el, el dragón blanco sigue devorando su presa pero manteniendo un ojo encima del dragón oscuro -Hmm, veo que estas algo ocupado, dejame presentarme, mi nombre es Shiron "La Cuchilla", ¿Cual era tu nombre?... Mercenario-

La tensión inmediatamente se siente en el ambiente, el dragón blanco deja de comer, y pone atención, en alerta máxima, sabía que si se descuidaba o hacia algo mal, Shiron podría matarlo en un abrir y cerrar de ojos... -Mi nombre es Gerroid, y no soy un mercenario, ¿que demonios quieres?-

Shiron con una sonrisa maligna se acerca más a Gerroid -Oh yo sólo quiero que hagas un trabajito para mí, seguro no te será difícil cazar a alguien a quien odio mucho sabes?- Gerroid lleno de miedo, pero a la ves exitado por la posible oportunidad de pelear contra alguien fuerte, la duda lo consumía por dentro.

-No soy un asesino a sueldo, dejame en paz...- dijo Gerroid inseguro y se alejó volando de ahí, Shiron levanto vuelo y se dispuso a seguirlo.

-Espera, aún no te he dicho la recompensa!- Exclamo Shiron siguiendo a Gerroid de cerca. -Dejame en paz!- Grito Gerroid asustado mirando como Shiron se acercaba, Gerroid fue a volar bajo a la altura de los árboles, maníobrando entre ellos con esperanzas de perder a Shiron

-No me hagas usar la fuerza Gerroid, ven con nosotros, unete, y nuestro amo te recompensará con poder, riquezas y todas las Hembras que quieras!- Decía Shiron tratando de mantener el paso de Gerroid atraves de los árboles, Shiron a menudo cortaba los troncos de los árboles con su filosa cola, como si fueran de mantequilla. Hasta que finalmente Shiron decide lanzar un ataque oscuro a Gerroid y acierta, pero da un giro en falso y golpea su ala contra una rama y cae al suelo -Gaaahhhrrr!!!- Shiron mira a su alrededor en busca de Gerroid pero no puede encontrarlo en el espeso bosque -Grrr... maldición!!!, y ahora que le voy a decir...? me va a hacer trizas, demonios- Dijo Shiron levantándose mientras que miraba adolorido, su ala izquierda que tenía una cortada profunda, pero a este no le importó y a pesar de la herida levanto vuelo y se alejó del bosque.

-Mmmm- pero un dragón misterioso observo el incidente, escondido detrás de los arbustos cercanos, y luego de que Shiron se fuera, salió corriendo del área.

A la mañana siguiente, Arion y Deoge jugaban en el bosque... -No puedes atraparme jajajaja- decía Deoge corriendo mientras Arion lo seguía -Jajaja ya veras, te atrapare jajaja-

-Chicos no tan rápido por favor!- Exclamo Dante siguiendoles el paso exhausta. -Ah vamos Dante, por qué no juegas con nosotros?- Pregunto Arion alegre mientras caminaba hacia Dante -Si, no eres divertida Dan- Dijo Deoge en un tono burlón

-Ugh... Chicos esperen- Dijo Dante en un tono serio mientras miraba hacia unos árboles caídos, se podían ver que fueron golpeados, sus ramas estaban rotas también, Dante y los chicos se acercan hacia el sitio en lo que parecía haber pasado un choque no hace mucho, siguieron el rastro de destrucción con cautela hasta que encontraron algo que los horrorizó -Oh por dios- susurro Dante al ver a un dragón adulto de color blanco en el suelo gravemente lastimado, se podía ver claramente que sus alas estaban en un estado muy delicado, una tenía quemaduras graves que dejaban indicios del fuego oscuro, la otra tenía las membranas desgarradas y zangraba mucho.

-Dante, el está, muerto?- pregunto Deoge entristecido

-Niños no vean por favor, tenemos que irnos, hay que buscar ayuda...- Dijo Dante tratando de mantener la calma -Pero tenemos que ayudarlo!- exclamó Deoge mientras Arion estaba congelado por la terrible escena ante sus ojos, este corrió hacia el dragón blanco para ayudarlo -Hey!, despierta, por favor, hablame, abre los ojos, por favor!- Reclamaba Arion mientras zarandeaba con desesperación al dragón por su cuello intentando despertarlo mientras derramaba lágrimas de tristeza -Despierta, no te mueras por favor, aún no se tu nombre!- continuo Arion tratando de ayudar mientras Dante y Deoge estaban a un lado entristecidos por lo que veían.

-Arion, tenemos que irnos, no podemos ayudarlo nosotros solos, hay que decirle a los demás- Dijo Dante mientras tomaba a Arion y lo llevaba a la aldea junto a Deoge siguiendola.

-No, espera, no! Tengo que ayudarlo, sueltame!- Gritaba ArIon mientras forcejeaba con Dante y observaba con tristeza al dragón caído cada ves más lejos.